Para establecer dónde damos el salto entre lo sano y lo insano -al margen de antecedentes y predisposición de cada cual- en este post vamos a analizar la influencia del consumo de móvil, de redes sociales y la elección de contenidos como origen en muchas ocasiones de los pensamientos que nos despiertan la angustia.
¿Cuál es el tema para el apocalipsis hoy?
Si bien es cierto que las vacunas vinieron al rescate ¿cómo de un día para otro no leemos ni vemos casi nada sobre Covid? De repente, el conteo de “minuto y resultado” que nos narraban los medios sobre contagios (por comunidad, por provincia, por municipio y hasta por barrio…), con sus consiguientes hospitalizados según gravedad de UCI o convencional, y por desgracia, los fallecimientos cada día - ¡cada día!- han pasado a un tercer o cuarto plano de la actualidad. Y es que nuevas noticias terribles que nos presentan nuevas distopías están ya aquí
a la vuelta de la esquina, y obviamente pasan al primer plano.
Esto es algo que se sabe desde hace mucho, cuanto más negativas y más trágicas son las noticias, más atracción nos generan
y por consiguiente más se consumen. Esto significa que los medios de comunicación van a elegir titulares e imágenes con una mayor tendencia al desastre porque tendrán más clics; y a su vez nosotros/as más las consumimos cuanto más preocupantes y tremendas nos parezcan. Un círculo vicioso en el que se retroalimenta de un consumo tóxico harto peligroso.
Hace años también primaban las noticias con una mayor tendencia a lo negativo y el drama, pero solo veíamos esa información durante unos minutos en el noticiario de televisión o mientras leíamos un periódico. Ahora las tenemos delante todo el tiempo que tengamos el móvil en la mano.
Lo que haces tiene nombre, doomscrolling
El término `doomscrolling´, aún sin traducción al español, corresponde a esta reacción psicológica de obsesión por el consumo digital de malas noticias.
En la búsqueda incesante de éstas, se va pasando por distintas fuentes de información -muchas incluso de desinformación difusoras de fakenews - y de comentarios, donde podemos encontrar opiniones de personas de cualquier nivel de conocimiento sobre la materia, incluyendo bots y trolls. Luego los algoritmos según nuestras preferencias hacen su magia. Más y más noticias nos asaltarán cuando nos conectemos.
Esta sobreexposición a la catástrofe, la sobredosis de información, siendo la mayor parte falsa además de sesgada por nuestro algoritmo, nos abocan a una ansiedad que siempre va a tener nuevos “temas estrellas” de carácter apocalíptico
que la mantengan viva: bacterias super resistentes, el gran apagón, la tercera guerra mundial, la inflación de postguerra… De hechos reales que están ocurriendo y tienen un cariz preocupante, nos anticipan y proyectan a escenarios extremos que no sabemos si se darán, la mayoría de las veces improbables y que no podemos hacer nada por controlarlos.
¿Qué hace que mantengamos una conducta tan dañina como es la de poner nuestra atención y búsqueda constante en la peor de las amenazas para mí y mis seres queridos?
Varios pueden ser los motivos.
• Por un lado porque sentimos seguridad
al ver como frente a un mundo que se desmorona, yo estoy a salvo en mi sofá leyendo o viendo noticias.
• Por otro, porque tenemos una falsa sensación de control
sobre la amenaza al estar informado/a y desde la anticipación pensar estrategias sobre cómo enfrentar la situación cuando me toque a mí (si me toca).
• Otras veces la búsqueda sobre un tema de actualidad no está tan centrada en lo negativo como en encontrar evidencias de que se está resolviendo o hay esperanzas
para lo que nos preocupa.
• Muchas veces, desde la obsesión por una tragedia de actualidad, caemos en una adicción
de buscar, leer y visionar sobre el tema.
Céntrate en ti, busca soluciones.
Sea cual sea tu motivo de permanecer practicando el doomscrolling, plantéate las siguientes cuestiones.
¿Cuánto tiempo pasas con el móvil?
Cuántas horas y en qué aplicaciones. Presta atención a aquellas por las que te suele llegar información sobre malas noticias.
¿Cómo te hace sentir lo que ves, lo que lees?
Si has concluido de las cuestiones anteriores, que el consumo que haces de móvil te lastima y te genera miedo y sufrimiento, te dejamos algunas
recomendaciones:
1. Accede en los ajustes de tu móvil a la opción Bienestar digital y control parental. Podrás ver el tiempo que destinas a estar con el móvil y en qué aplicaciones. Reduce el consumo al 25%, dejando su uso exclusivamente para tareas o actividades que lo requieran. Puedes usar este mismo apartado u otras apps que te ayuden a controlar el tiempo de conexión.
2. Deja de seguir en tus redes, perfiles y contactos que difunden noticias de forma alarmante. Si tienes a alguien conocido que te manda mensajes de este tipo, pídele amablemente que deje de hacerlo.
3. Si te descubres en una “recaída”, es decir que desde un impulso nuevamente estás haciendo `doomscrolling´ usa la técnica de “ALTO” (STOP), dilo en voz alta “¡Alto!” deja inmediatamente el móvil y muévete a otra habitación. Cambia de actividad y cambia tu atención al aquí y ahora.
4. Cuando quieras informarte, reduce las fuentes a un par que sean fiables. Evita leer los comentarios, pues no podrás controlar quién los emite ni con qué intención. Con que las revises una vez al día o cada dos o tres días es suficiente. Evita hacerlo a primera o última hora del día para evitar que los pensamientos negativos puedan contaminar tu jornada o tu sueño.
5. Pasa más tiempo con gente que quieres y te quiere. Dicen que lo contrario al miedo es la valentía, pero lo contrario al miedo es el amor.
Cuanto más te entregues a darlo y disfrutarlo, más te alejas del temor. Llámales, escríbeles, queda con tus amistades y familia, alejando la conversación del tema que te perturba.
6. Intenta visualizar el tema de preocupación desde un tono más amable, usa el humor.
Muchos memes o tweets desde el humor se ríen del “apocalipsis” del momento.
7. Céntrate en lo que sí puedes hacer sobre ese tema que te preocupa. Por ejemplo, si te preocupa el cambio climático, haz un consumo responsable, difunde buenas prácticas, apoya y colabora con organizaciones verdes. Si actualmente te preocupa la invasión de Putin en Ucrania, colabora con ONGs oficiales experimentadas en guerras y refugiados/as, recoge alimentos y medicamentos y llévalos a un punto de envío, comparte iniciativas de ayuda, etc.
8. Medita. La meditación te permite contemplar tus pensamientos sin quedarte enganchado/a a ellos y sin que te lastimen. Usa apps, meditaciones guiadas en Spotify o Youtube, o series en plataformas.
9. Sitúate en el aquí y ahora. Usa tu respiración o actividades que conozcas que te sirven para conectar contigo misma/o y tu presente.
10. Haz planes a corto, medio y largo plazo sobre objetivos y actividades que te motivan o resultan ilusionantes. Te puede ayudar a visualizarte y proyectarte en un futuro inmediato y lejano de forma positiva desde la confianza.
Si a pesar de seguir estas recomendaciones, sigues rumiando y sintiendo malestar
acude a tu profesional de confianza.